MOMENTO PRESENTE
Las personas se pierden de disfrutar las pequeñas grandes cosas de la vida cotidiana, por enfocarse en un pasado que no volverá y en un futuro que no se sabe si vendrá. Predominan en ellas los sentimientos de culpa, rabia y rencor y se angustian, por lo que no hicieron o por lo que hicieron equivocadamente, con un temor a repetir errores.
La angustia y la preocupación bloquea la energía que se necesita para lograr cualquier objetivo.
Vivir rumiando el pasado estanca la energía, la voluntad y el entusiasmo que deben fluir libremente para que las cosas más importantes: la salud, el amor y la prosperidad lleguen con equilibrio y armonía. El sentimiento de culpa es común en estos casos, cuando nos remontamos a situaciones pasadas. La culpa de nada sirve. Si al menos pudiéramos reparar algo con ella, pero no solo no reparamos nada sino que el sentimiento de culpa siempre va aparejado al castigo.
Resulta fácil perdonar a los demás, hasta pedir perdón es mas fácil que perdonarnos a nosotros mismos. Lo que queda de los errores cometidos es la experiencia y el aprendizaje para no volver a cometerlos.
El futuro debe ser visualizado como el mejor, porque si pensamos que “lo mejor está por venir”, nos estaremos OCUPANDO en construirlo como lo merecemos. Así se puede vivir el presente con alegría, disfrutando con intensidad cada momento.Utilicemos nuestra mente en algo más constructivo como imaginar y visualizar un futuro mejor lleno de alegría y felicidad.
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