Sanación Cristica
“Yo, Jesús, El Cristo, les digo: se me ofrecieron multitud de experiencias que no eran la verdad. Yo siempre tuve lealtad al Padre que estaba en mi y nunca di oidos a otras voces que no fueran del Cristo en mi corazón.”El Maestro Jesús nos enseña a escuchar la voz de Dios emitida desde nuestro Cristo (recordemos que el Cristo es la llama Espiritual ubicada dentro de nuestro corazón físico). La voz del Espíritu es lo opuesto a seguir las voces del miedo, la cólera y la duda. La voz del Espíritu es más difícil de seguir, pues no suena alta ni exigente, mientras que la voz del miedo, por ejemplo es sumamente alta y a veces abrumadora en su insistencia. Otras voces provienen del pasado: en realidad hemos tomado pensamientos de las figuras de autoridad en otros tiempos tuvieran influencias sobre nosotros. Esas voces dicen: “te conviene hacer esto”, lanzan advertencias y a menudo castigan. Otras voces del pasado expresan hábitos y creencias a los cuales nos aferramos. Pero somos nosotros mismos quienes nos aferramos. Somos nosotros quienes decimos qué voz escuchar y cuál rechazar. La mayoría de las veces no escuchamos la voz que nos hace feliz y nos inspira amor, seguimos voces equivocadas que nos conducen a resultados desdichados y faltos de amor.
¿Cómo se expresa el espíritu? Se presenta con una visión clara de las situaciones. El espíritu no discute ni trata de persuadir, Muestra lo real de forma simple y pura. El Espiritu no dice: “si no haces esto sucederá aquello”, pues en él no hay ultimátum ni amenaza. El Espiritu no se comunica en términos de bien o mal, no emite juicios. El Espiritu siempre te hace sentir más a gusto contigo mismo, pero puede presentar alternativas que requieran coraje, paciencia y fe. El Espiritu sólo proviene del Amor. No se venga, no demuestra que está en lo cierto, no se opone, no vence a otros, no castiga.
Estamos llevando la Esencia Sagrada de Dios en el Cáliz de nuestros corazones. En él se hayan los dones del Padre. Esos dones son las virtudes, que están presentes en forma ilimitada, son poderosos y magnificos regalos que éstan, podriamos decir, “prestados”, todos les pertenecen al Altísimo. La Luz Crística, Dios adentro nuestro, esrá dispuesto a hacer las obras, si se lo permitimos. Escuchando las orientaciones divinas y actuando de acuerdo a ellas, fluimos hacia adelante para bendición y elevación de toda la humanidad.
¡Escucha y véras el Amor!
Con el Amor de Cristo
Sandra Petruccelli