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El Zinc:

Esencial para el cuerpo humano


El zinc es un metal que interviene en diversos procesos biológicos y químicos de nuestro cuerpo que van desde la síntesis del ADN, sistema inmunológico, hasta el proceso de cicatrización.
El cuerpo humano contiene alrededor de 40 mg de zinc por kg y se recomienda consumir no más de 2 a 10mg dentro de la dieta diaria. Podemos encontrarlo en diversos alimentos como: carnes rojas, chuletas de cordero, filete de cerdo, germen de trigo, levadura de cerveza, semillas de calabaza (pepitas), huevos, leche descremada y mostaza molida.
Otro aspecto importante es que a medida que envejecemos, disminuye la capacidad de absorción del mineral ya que el estómago va secretando menor cantidad de ácido gástrico, por ello se hace necesario consumir en mayor medida.
Enfermedades que provoca la ausencia de zinc:


Neurológicas: epilepsia, esclerosis múltiple, enfermedad de Huntigton, dislexia, psicosis aguda, demencia, anorexia nerviosa, déficit atencional, depresión y el estrés.
Alzheimer: esta enfermedad se puede prevenir con el consumo de zinc, ya que la producción de timulina por parte del timo necesita de zinc y esta hormona desaparece en personas que padecen este mal.
Cáncer: cuando los niveles de Zinc están bajos, esta enfermedad puede proliferar más fácilmente ya que las personas afectadas por tumores, incrementan de manera drástica su excreción del mineral lo que implica que el cuerpo agotó sus reservas de Zinc sobre todo en las etapas inflamatorias iniciales.
Diabetes: el zinc tiene la propiedad de equilibrar el azúcar en la sangre, ayudando al páncreas en la elaboración de la insulina.
Piel: el zinc es útil para tratar el acné.
Salud sexual: este mineral es importante para la fertilidad en ambos sexos.
Próstata: el agrandamiento de la próstata se puede prevenir combinando la ingesta de zinc con omega 3 y aminoácidos.
Embarazo: el no consumir zinc durante el embarazo puede llevar a casos de abortos espontáneos, retardos en el crecimiento del feto y problemas en el parto.
Curación de heridas: el consumo de zinc ayuda a la buena cicatrización.
Trastornos alimenticios: la falta de zinc puede desembocar en bulimia o anorexia.
Visión: el déficit de zinc puede provocar ceguera y su consumo puede prevenir cataratas.
Artritis: generalmente las personas que la padecen tienen bajos niveles de zinc.

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